Estas actividades son realizadas por la psicóloga de la asociación. En primer lugar, el objetivo fundamental de estas terapias es la formación de una red de apoyo social para la persona que padece epilepsia, en la que además de sentirse plenamente comprendida y recibir el afecto de sus compañeros, pueda valerse de este recurso para aprender a afrontar las limitaciones que la epilepsia constituye en su día a día.

En segundo lugar, el grupo constituye un espacio privado en el que la persona se siente libre para compartir todo aquello que le preocupa y que constituya un problema psicológico que le impide disfrutar con plenitud de su vida cotidiana.

Así pues, los ejercicios y actividades realizados en cada sesión, tienen la finalidad de mejorar la calidad de vida de estas personas, y enseñan las habilidades necesarias que permiten afrontar y desarrollar flexibilidad ante los eventos psicológicos (miedos, ansiedad, tristeza, inestabilidad emocional, pensamientos negativos, culpabilidad, baja autoestima, emociones y recuerdos dolorosos…) que constituyan una barrera para alcanzar dicho objetivo.

Las Terapias familiares ayudan a los padres y madres a sobrellevar la epilepsia de sus hijos y cómo actuar en su vida cotidiana. La psicóloga Aroa Piñol se encarga de realizarlas.

Son una ayuda para que estimulen también la visión de los padres y madres hacia la epilepsia.

Se trata de espacios de aprendizaje que pretenden aminorar los cambios cognitivos y que proporcionan estrategias que mejoran la capacidad memorística. Su principal finalidad es optimizar el funcionamiento de la memoria, dañada en muchos afectados por la medicación antiepiléptica.